textos de maria juana

I

Acá termine, acá espero que la vida siga su curso, giró 180º hace un par de horas, y acá estoy: todo frío y a lo bruto, un lugar para sentarse con la misma frialdad, me hago pis encima y me pregunto porque carajo no hice en el barcito.
El piso meado, cagado, no se que hay por allá, no me quiero ni acercar, las paredes chiflan hielo, un suboficial 8vo se me acerca y dice “¿Si pongo esto acá va menos frío?” mientras agarra una madera de cartón piedra, marrón pálida, carcomida y la pone en el hueco mayor por donde entra el chiflo.
¿Cómo matar el tiempo? Rezar, ¿hace cuanto que no rezo, lo estaré haciendo bien? Que se yo, lo único que busco es juntar fuerzas, energíaaaa, se que mi vieja probablemente este rezando el santo rosario, las pelotitas masturbadas por el índice y el pulgar, gastadas de tantas plegarias.
¿Cómo matar el tiempo? Bailar, ¿hace cuanto que no bailo otra cosa que no sea murga? Murrrrga, salto, bailo, ¿Pero que carajo me pasa??!!, ¿me olvido acaso que estoy acá? ¿soy la primer detenida que se pone a bailar en esta celda? Mis toper celestes sin cordones y manchadas de poxi run hacen de bombo y yo me siento mas liviana que nunca, podría hacer todas las piruetas locas, esas revolcadas que los murgueros llamamos “hacer piso”, podría, pero no lo hago, y extraño el asfalto.
¿Cómo matar el tiempo? Tallar. A la larga larga trenza de macramé le cuelga un caracol roto, y con su filo tallo el orgullo de los sacados de kirry, si! ese cierto orgullo de pertenencia me hace pensar … si la vagancia me viera, si los sacados de kirry me vieran…
Tengo miedo mas que frió, esto me paraliza, no se me cruza por la cabeza que es imposible manejar lo que pasa afuera…
Espero…, no se muy bien que, en lo superficial solo espero zafar.
Me sale tratarlos con la mayor educación y respeto, me paso de la raya y le chupo las medias. Yo según la ley soy la mala, la portadora, ¿por eso el respeto?, no por eso no… por miedo… me sentí violada desde el momento en que me subieron al patrullero.
Ahora se agudiza el peligro.
Una especie de vigilante civil se acerca, mete llave y dice “Salí, vení para acá, sentate, debe hacer frió allá” yo le digo que si, que la verdad que bastante, que se lo agradezco de corazón, pero es mentira, tengo miedo y no le agradezco nada de corazón.
Sigo en mi pose tan ciega de la sociedad por la que verdaderamente me veo rodeada… pasa otro suboficial décimo pregunta ¿Y esta porque está? Por ley le contestan … por ley estoy y no estoy, me hice humo (den la alarma).

La historia es así, yo nací de un repollo o me trajo la cigüeña, no se cual es la posta, creo que la primera.
Mi madre biológica se llamaba Doña Concepción, nunca la conocí pero me la imagino con el pelo tirante lleno de grasa y un rodete alto muy prolijo, sostenido por una elástica red blanca; pollera azul de fajina y un delantal antiblanco, con manchas en el recuerdo, en el cual refregaría sus manos; saquito marrón abotonado hasta el anteúltimo ojal; la piel oscura; arrugas de amargura; ojos verdes como los míos, pero lejanos; bueno y hasta ahí… la nariz y la boca realmente no me las arme en la imagen o quizás no sepa como describirlas, capaz nunca existieron y por eso murió ahogada sin conocerme.
Mis hermanos, sus hijos con los mil y dos tipos:
Tito, el mayor, se fue hace cinco años al interior, ninguno del resto supo jamás de él, nadie sabe al interior de que o de quien se fue.
Rupertino, me lleva dos años, un laburante, desde los trece años después de un episodio con una goma de borrar ajena durante una clase de matemática decidió sumergirse en el abismo cíclico que mantiene bien gordito al capitalismo.
Y el menor, el benjamín de Doña Concepción: el Violi.
“Tito, Rupertino, María y el Violi, esa es la verdadera composición de tu familia” decía mi hermana, yo no paraba de llorar, caía en una especie de crisis de identidad perceptible solo para mi inconciente.



II

El hambre se clava en mi estomago, no lo se escuchar, tantas veces me hice el sordo que se olvido de cómo crujir, un dos tres espero, tres cuatro cinco que llegue algún pibe, cinco seis siete a comprarse algún bagullo, el peaje por entrar y salir vivo del pasillo son dos pelpas de base, el hambre se va, paco alimenta, alimenta mis demonios, mis resentimientos, el odio a mi mismo, no me soporto, no soporto bajar… otro pipaso y los demonios se callan, vuelven al molde solo por tres minutos (retroalimentación celular).
…
El farol te dice barrio y el 70 te dice villa, una vez mas el timbre suena, bajamos en Av. Luna, subimos adrenalina (tibia chica fina), entramos por la principal, doblamos a la izquierda, después pasillo a la derecha y hasta el fondo, otro timbre en un santuario y ahí esta “la carlitos”, un bagullo-un peso, acá sigue la convertibilidad a la perfección, salimos… con los pacotillos hay que tratar de no hacer contacto visual, pero yo no lo puedo evitar, sigo creyendo.
Debra se maneja como si no tuviese quince años, pilla pilla, con prudencia pero con ese dejo de canchereo que muestra los dientes y manda de principal mensaje liminal un NO ME TOQUES. Su culo esta apresado por el jean celeste, esta en esa edad en que la rechonches delata la falta de un pantalón nuevo, te ensanchas pero aún no te estiraste lo programado.
Rápido se desata la bolsa negra, la marihuana mas marrón que vi en mi vida, armo con paciencia y perfección, el arte de lo artesanal, Debra me observa y absorbe, y para cuando suena la sirena de la fábrica ya estamos re locas y no paramos de reírnos y de hablar de música y de cómo nos cojeríamos a Jager.
Llega Mariana impecable, una amiga de pequitas que tiene Debra ahí en la villa, ella no fuma pero se sienta con nosotras a intercambiar mundos. Yo miro sus dos trenzas largas perfectas posadas sobre las tetas, miro sus pecas y pienso en si habrá alguna interrelación lógica entre las chicas pecosas y sus ganas de trenzarse el pelo, o si simplemente son victimas del imaginario producido por un cuento hecho película.
Mariana nos cuenta el último descubrimiento, resulta que la prima de la vecina comprobó por ella misma que es real un mito que corría por el vecindario hace un buen tiempo, el tema es así: tenes que estar menstruando, porque necesitas sangre y no te vas a andar cortajeando, a demás según la bruja del pasillo 29-A tiene que ser si o si sangre que halla salido por el conducto vaginal, sino no sirve, bueno te las ingenias para rescatar dos gotas de esta sangre y la mezclas con cerveza en el vaso del nene que te gusta, para la noche siguiente él caerá rendido a tus pies total pero totalmente enamorado.
Debra se ríe y comenta que se lo va a hacer a Martin el cantante de la bandita de rock de barracas que tanto le gusta.
La tarde esta en su climax, los niños vuelven del colegio de la mano de sus padres, caminan como si no tuviesen articulaciones, encebollados; ya no hay mas que hacer que irnos a bajonear a lo de Julieta, o tal vez a lo del CaverNicola, nuevamente el 70, salimos.

MI PERRO SE LA MAMA

El modus operandi consta de 4 o 5 pasos :
llego a mi casa
y perro sufre un trastorno de felicidad tal
que se le atora dióxido de carbono en el esófago
y escupe falta de aire,
como si fuera un asmático
se tira panza arriba
y asoma su pene rojo descarnado
brillante como la falta de piel.
La felicidad también es mía,
volví a casa una vez mas
la cama y la heladera me esperan,
el perro fiel amigo espera. . .
llego y lo acaricio
y es tan pequeño y tan peludo
que sin querer queriendo toco sus partes bajas
el perro se excita mas
clava sus patas delanteras en mi antebrazo
y empieza . . .

ENTONCES yo le muestro un almohadón,
poso su sed sobre dicho objeto
PERO no le gusta
ENTONCES con su pequeña lengua rosa
lame la herida,
se escucha el perfecto sonido mojado
esos dos órganos sexuales chocando
uno succionando a otro
PERO perro no entiende
y extraña a Berta
esa perra de mar del plata
que se deja bombear
ENTONCES en un acto de amistad
guiado por el sexo solidario
le doy un perro de peluche,
es un dálmata
tiene el rabo parado
y es lo suficientemente grande e idiota
como para dejarse dar un rato por la popa. . .

después de unos jugueteos raros e inexplicables
perro misteriosamente eyacula
y desaparece
derivando en la inactividad corporal
el dálmata queda tirado
al lado de la alfombra bordo y flecos masticados
muere en peluche
una mancha amarilla eterna
los medios perros que no fueron

http://www.neoteo.com/hotdoll-una-muneca-sexual-para-tu-perro-en-celo.neo